lunes, 30 de julio de 2007

El zumbido

Estimados y adoradas...a continuación la primera provocación. Buen viaje.
Cariñosamente,
Concorela Carrasco
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Cuando Lucía bajó las escaleras el zumbido se hizo aún más fuerte, casi insoportable. Hacía mas de media hora que el sonido había invadido su cuerpo y la casa. Empezó cuando Dario salió de bañarse y no había parado cuando él se despidió para irse a trabajar. “Debe de ser la secadora flaca, ni bajes que hace frío”

Cuando Lucía alcanzó el ultimo escalón, una bocanada de aire caliente la recibió en la sala como si hubiera chocado contra un trailer. Se quitó la bata y la aventó sobre el sillón. Cruzó la sala y se sorprendió cuando la madera no emitió algún sonido como siempre lo hacía. Se quitó las zapatillas, para sentir la madera crujir, pero en vez de eso sintió como el zumbido hacia vibrar el suelo.

El ruido era mecánico, ensordecedor y ahora que estaba descalza le retumbaba hasta el cráneo. Giró la perilla de la puerta de la cocina y tampoco escuchó el sonido del metal. Solo el zumbido. Entró en la cocina y azotó la puerta para ver si lo escuchaba. Nada.
“Respira Lucía, tranquila sólo es la secadora” pensó mientras sacaba un cuchillo del cajón.